Brócoli baila bachata
En el gimnasio hay un tipo larguirucho y correoso
que baila bachata. Se parece de lejos al actor que sale en las películas de
Pasolini. De cerca se parece a un brócoli. El actor favorito de Pasolini se
llama Ninetto Davoli. El muchacho que baila bachata no sé. A partir de este
momento lo llamaré Brócoli Davoli. El tal Brócoli es una especie de instructor
holístico o lo que la pedagogía moderna llamaría interdisciplinario; es decir,
sus métodos de enseñanza convergen con distintas disciplinas. Por ejemplo,
cuando me encuentro a Brócoli en el piso de la alberca techada, instruyendo a
una jovencita trigueña de piernas torneadas, lo primero que hace es ponerle una
rutina de yoga, luego abdominales y lagartijas, después bailan bachata
lúbricamente y se besan; en seguida la joven trigueña se da un chapuzón. Sale
de la alberca y repiten la rutina. En una ocasión la profesora de natación le
pidió a Brócoli que apagara su música "por favor", pues no le
permitía dar clase a cuatro niños. Brócoli la ignoró. La profesora desconectó
la grabadora y le dijo que sólo una vez pedía las cosas amablemente. Luego
sopló su silbato y los niños se arrojaron de bombita a la piscina. Mojaron la
grabadora. Juro por el Poseidón de las albercas que vi los chinos perfectos de Brócoli
Davoli alaciarse de la muina. No dijo nada, sólo tomó su grabadora, puso una
mano en la nalga de la joven trigueña y se largó.
Hace unos días volví a encontrarme a Brócoli
Davoli en la zona de pesas. Ahora instruía a dos jovencitas diferentes: una
morena de rizos oscuros y una lacia castaña de tez blanca. A la morena le ponía
una rutina de pierna con pesas, mientras bailaba bachata con la de tez blanca y
la besaba. Luego a la de tez blanca la ponía a cargar peso muerto mientras
bailaba bachata con la morena, a quien también besaba. Y así sucesivamente. Brócoli
Davoli movía sus caderas, restregándose en la entrepierna de ambas mujeres ante
la atónita mirada de los usuarios que deseaban desplazarse libremente por la
zona. De pronto, la morena le dijo algo parecido a eres un cabrón y enfurecida
se perdió entre las caminadoras y las bicicletas de spinning. Brócoli Davoli
reaccionó como lo hubiera hecho cualquier instructor ofendido, besó a la joven
de tez blanca como en los videos de bachata de Romeo Romerito e hizo su
movimiento de cadera brocoliano, mismo que consistía en mover el culo frente al
espejo. La joven de tez blanca sonreía admirada, lo veía como si fuera una
escultura de brócoli tierno y brillante, dispuesto a ser devorado.
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