Adiós a la escuela, una defensa de Mars Aguirre
¿Qué quieres
hacer cuando crezcas?, se pregunta Logan Laplante en una plática de TEDX, quien
a los nueve años sus padres decidieron sacarlo de la escuela formal para tener
una educación diferente. Repito: para tener una educación diferente. No para
dejar de estudiar. Para ello, los padres de Laplante diseñaron un programa
titulado "hackschooling” o “mentalidad hacker", el cual consiste en
extraer lo mejor de la instrucción en el aula, la instrucción individualizada,
la educación clásica, y con ello crear un híbrido que le proporcionara la
experiencia de aprendizaje dentro de una red de organizaciones de la comunidad
para optimizar la salud, la felicidad y la creatividad de su hijo. Es decir que
éste participe en actividades que le representen un aprendizaje significativo y
espiritual. El programa diseñado para Logan Laplante habla de ocho pilares
básicos en la educación: Ejercicio, dieta
y nutrición, tiempo en la naturaleza, contribución y servicios a la comunidad,
relaciones, recreación, control del estrés y religión y/o espiritualidad. Un modelo
diferente y disruptivo, sin lugar a duda.
Por
otra parte, cada individuo es único. Adaptarse a un sistema conlleva no sólo
esfuerzo, también voluntad, inteligencia y la idea de aceptar cierta
verticalidad. Sin embargo, hay quien no se adapta y no acepta esa verticalidad
y no por ello carece de voluntad ni es menos inteligente, pero el sistema
tradicional los sigue rechazando.
Hace
unas semanas Mars Aguirre, apoyada también por sus padres, abandonó el sistema
educativo justo en una de sus etapas más formativas: la Educación Media Superior.
Espacio donde el adolescente abreva de diversas materias que son transversales
e interdisciplinarias. Esta transversalidad es parte de su encanto, pues la
estructura de sus programas le permiten, tanto al alumno como al docente,
colaborar con otras materias. De hecho "la educación alternativa",
exitosa en países desarrollados, plantea trabajar en grupos cooperativamente
junto con sus profesores y personas de otros sectores que les orientan y les
sirven de modelo: ingenieros, líderes, etcétera. Como el hacking educativo de
Logan, donde convergen distintas disciplinas a partir de una actividad
desarrollada.
En
cuanto al caso Mars Aguirre me ha sorprendido la violencia con la que se le ha
defenestrado en las redes. Le han proferido ofensas incluso a sus padres. Tal vez
el discurso de Mars Aguirre no fue el más apropiado, pero al menos fue honesto.
Además no dice que abandona el estudio, sino la escuela. Aspectos completamente
distintos.
Resulta
curioso, por decir lo menos, cómo los defensores a ultranza del sistema
educativo (aquellos mismos que a la primera oportunidad lo critican), ven en
éste una especie de panacea, de solución a largo plazo para la vida futura de
cualquier estudiante. ¿En serio es así? Me dirán que no es lo mismo tener un
certificado de preparatoria que no tenerlo. Cierto. Pero tener el certificado
no significa en términos absolutos que aprendiste algo, solo te da acceso a
seguir en la ruleta del sistema educativo y te da permiso para seguir aprendiendo
a un nivel superior. Esa “patente de corso” extendida por una Academia, como la
llama Gabriel Zaid. ¿O alguien aprendió a litigar estudiando sólo la ley? No,
verdad. Se aprende el oficio ejerciéndolo. ¿Acaso el sistema educativo ha construido
las bases necesarias para integrar a los jóvenes a la sociedad productiva? ¿O
sólo es un espacio de contención donde aprenden los que quieren y los que pueden?
¿Si quedarse en el sistema educativo es mejor que abandonarlo? ¿Por qué es tan
alta la deserción escolar en México? Del orden del 50%, según datos de la OCDE.
Y entre los motivos principales se encuentran, ¿qué creen?, la falta de interés
en la escuela, ya que los jóvenes consideran que les sirve de poco o es
inadecuada para sus intereses y necesidades, aunado a la falta de recursos
financieros. Estamos enseñando contenidos que quizás no les signifiquen nada
para su vida. Es más, en algunos casos, todavía se debate si los programas educativos
deben de incluir inglés o no. Háganme el favor. Masiosare, ese extraño enemigo.
Y de vinculación escuela-empresa, mejor ni hablamos. Mucho menos de
creatividad. Son temas muy “neoliberales”.
¿Qué
quieres hacer cuando crezcas?, se pregunta
Logan Laplante. Y quizás también Mars Aguirre y muchos otros adolescentes. La respuesta,
supongo, ser feliz, como todos lo anhelamos. Así que hay trabajo pendiente.
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