Calles y Cárdenas, padres cantores, hijos jilgueros.

No deja de parecerme una extraña coincidencia que el aniversario luctuoso del general Calles sea el mismo día que el de Cárdenas. Señal de que ambos eran muy parecidos, tan parecidos que se terminaron odiando, como sucede en cualquier familia mexicana que se precie de ser nacionalista y revolucionaria. No faltará quien diga que eso es una afrenta y tienen razón, pues no incluí citas ni referencias. Ahora lo hago: "Si Cárdenas ganó las elecciones de forma arrolladora - 2 268 567 votos en su favor contra 24 620 de su rival más próximo Antonio Villarreal - no fue tanto por la naturaleza de su persona sino por la fuerza del PNR (abuelo del PRI) [...] Cárdenas había heredado una economía que había superado la crisis internacional, un aparato político más disciplinado que el de sus antecesores, un programa político más progresista [...] para la mayor parte de los mexicanos, la campaña de Cárdenas apenas era algo digno de tomarse en consideración..", escriben Lorenzo Meyer (sí, ese mero) Rafael Segovia y Alejandra Lajous. Lo cual me lleva a corroborar que la nueva política, siempre es como la vieja política, que de padres cantores, hijos jilgueros y que entre bueyes a veces las cornadas matan.