Un platillo en cada cohete te dio


Cuando veo un chile en nogada pienso en la bandera mexicana. Cuando escucho un cohete tronar al aire, en un compatriota. No siempre tuvimos una bandera, sino muchas, pero la que sirvió para hacer el chile en nogada se basó en una: la del Ejército Trigarante. Imaginé a las monjas agustinas del Convento de Santa Mónica, diciendo, "a ver madre échele más perejil y menos granada, ya estuvo bueno de sangre".


En cuanto al vecino que confunde piromaníaco con patriótico no deberían darle chiles en nogada. Menos si explota cohetes y palomas en la puerta de tu hogar. Deberían enviarlo a China de donde vino la pólvora que proveyó a todos los árabes que invadieron España. Los valencianos eran buenos haciendo castillos pirotécnicos para sus fiestas populares. No creo que Morelos hubiera comido chiles en nogada de haber existido en su tiempo. Hidalgo, sí, con tequila.


La bandera de Hidalgo era la Virgen de Guadalupe, un óleo que consiguió de Atotonilco el Grande; la de Morelos, blanca y celeste, con el águila y el nopal, al puro gusto azteca, pues quería reivindicar el pasado prehispánico (exclusivamente azteca), diciendo que esta nación era bien unida antes de la llegada de los españoles. Pero nones. No era unida, sino fragmentada, como cohete despanzurrado. Los tarascos, los tlaxcaltecas o los totonacas jamás le hubieran invitado un chile en nogada a los aztecas. Un cohetón, seguro que sí. No importa. Morelos bien vale un plato de tortilla azul con crema y nopales , como su bandera. El águila se las debo.




Comentarios

  1. Delicioso texto. Imposible no reír ante el ingrediente de humor que es tan tuyo.

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