Pinche Leches
Afuera del metro hay un señor que vende café con leche y pan en una bicicleta. Le dicen Leches. Lo descubrí porque uno de sus clientes le gritó: órale pinche Leches que es para hoy. Luego el bolero le dijo: buenos días, pinche Leches, dame una concha. En realidad aún no sé si su mote es Leches o Pinche Leches. Tampoco sé su verdadero nombre y no creo que importe. En México te puedes llamar Francisco y te dirán: órale pinche Pancho o Pinche Leches. O puedes llamarte William, ser gringo y vender aguacates, y te dirán: órale pinche gringo aguacatero. Fernández de Lizardi, en El Periquillo Sarniento, critica la infamia de poner apodos. Claro, eso fue a principios del siglo XIX cuando nosotros los de entonces seguíamos siendo los mismos.
Comentarios
Publicar un comentario