Retomando el hilo

La constancia no ha sido una constante en mis blogs pasados. Sin embargo, me he propuesto escribir, por lo menos, una vez a la semana. Debo ser disciplinado si deseo ver mi nombre en algo más que no sean los mails que la estúpida Hacienda me envía para cumplir mis obligaciones fiscales. Soy un hombre narcisista con aspiraciones . Además vi El secreto y leí ¿Por qué ese idiota es rico y yo no?

Durante mucho tiempo me preocupó la forma en la que escribía mi blog. Entonces adopté una forma hermética, como de reseñista posmoderno, de esos que escriben masticando a Barthes, Foucalt o a Lévi-Strauss, con una fuerte dosis de nihilismo y un punch de existencialismo tropical. Luego descubrí el arte de hacer oficios en una dependencia burocrática y mi hermetismo se diluyó. Lo más cercano a la escuela foucaltiana era la prisión que representaba solicitarle al Director de Administración en turno “maestro limpio”, por oficio.

A propósito de la constancia, hay gente a quien le reconozco su persistencia por hacer de sí mismo un estúpido. Pondría algunos ejemplos, pero me demandarían por invasión a la intimidad. La estupidez también solicita reserva. Además en un blog literario están prohibidos los lugares comunes.

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