Newton y Chartres: A hombros de gigantes.
“Si he visto
más lejos es porque estoy sentado sobre los hombros de gigantes”, dice una
frase atribuida a Newton (siglo XVII). Pero la frase original se le atribuye al
filósofo Bernardo de Chartres, quien estuvo a la Catedral de Chartres en
calidad de canciller durante el siglo XII. La única obra suya que ha sobrevivido
es el tratado De expositione Porphyrii y casi todo que sabemos
de él se encuentra en los escritos de Juan de Salisbury, a quien Jacques Le
Goff recupera en un ensayo impecable (¿Realmente
es necesario cortar la historia en rebanadas?, FCE, 2014): “Somos como enanos sobre los hombros de
gigantes. Podemos ver más, y más lejos que ellos, no por alguna distinción
física nuestra, sino porque nos llevan en el aire y nos elevan a su altura
gigantesca”.
Lo escrito por Chartres nos revela dos aspectos:
1. El conocimiento se construye a partir de otras
ideas, investigaciones, estudios, lecturas que nos han precedido. Por ello, la
influencia del mundo clásico, los gigantes de quienes habla Chartres, no se
circunscribe a los renacentistas ni al triunfo del pensamiento científico del
siglo XVI.
2. La Edad Media ni fue tan oscura como se afirma
ni la organización del pensamiento en torno al hombre (humanismo) fue
exclusivamente renacentista. Al contrario, el humanismo estuvo presente en
ambos periodos y no parece existir necesariamente una ruptura, sino una
transición.
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